Colibrí-Milton Aramayo

 El colibrí frecuentaba siempre un jardín. Era grande y con muchas flores. Estaba seguro de que todo ese terreno verdoso era solo para él; y siempre, el mismo lugar de descanso, una fuente chiquita pero con el tamaño justo para que pueda caber en él. Incluso, a veces, se bañaba en el agua de la fuente, mojando su cuerpo azul y rojo.
 Un día, antes de cruzar la reja de siempre, que lo separaba del lugar, notó que había una presencia en el recinto. Era otro colibrí, revoloteando por el lugar y yendo de flor en flor. Era verde con lineas azules y muy activo. El azul quedó asombrado al verlo, ya que hacía mucho tiempo que no veía otro como él. Al cruzar la reja se dirigió hacia un arbusto que contenía sus flores favoritas, rosas, las cuales estaban bastante alejadas de donde estaba el colibrí verde. Se quedó en silencio, observándolo durante toda la tarde. Antes de irse, el colibrí verde se dio cuenta de la presencia del azul. Fue directo hacia él y lo saludó. El colibrí azul, tímido, se hizo para atrás y se cayó del arbusto; el verde se rió, se despidió y se fue.
 El tiempo pasó y los dos se hicieron muy amigos. Un día el colibrí verde le contó al azul que había encontrado un jardín mas grande y bonito del que estaban. Le dijo que iban a visitarlo al día siguiente.
 Ese día el azul llegó primero y esperó al otro. Las horas pasaban y el colibrí verde no venía. Aun así lo esperó por días, pero no venía, y no venía , y no venía....

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